Como una rosa marchita sobre un vaso lleno de agua.
Un halo de afecto en sus petalos que se aferran con sus ultimos alientos a un solo pensamiento.
Como cuando empieza se acaba, pero no importa, nada importa si algo ocurrio, si TODO ocurrio sin que nos dieramos cuenta. El tiempo debora los momentos felices, se los lleva los borra y solo deja rastros. Detalles y señales a los que nos agarramos para no olvidar para mantener nuestra esperanza, para poder apoyarnos en los momentos que nos merecen la pena.
El tiempo es debastador y cruel, no solo al principio. Si, deja señales y simbolos, nos permite conservarlos en nuestra memoria o en nuestra habitación, pero finalmente todo se lo lleva hasta una pequeña rendija hasta la mas minima mota de recuerdo.
Como el alzehimer a los ancianos , el resto de los humanos olvidamos sin querer sin darnos cuenta, tanto lo bueno como lo malo. Las vivencias antiguas se sustituyen siempre por otras nuevas tal vez mejores, nos llenan y no sentimos al necesidad de recordar y hay es cuando el tiempo actuá, hace su papel, sin que nosotros lo impidamos, y depues, no nos importa nisiquiera nos damos cuenta,
Simplemente
-Ya no recordamos-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario